CAUSAS Y PREVENCIÓN


Aproximadamente un 15% de las personas sanas tienen lo que se llama Espina Bífida Oculta. Como su nombre indica, muchos portadores de esa lesión lo desconocen, ya que no padecen síntomas ni lesiones. Solo se descubre a través del estudio radiológico de la columna, cuando se realizan exámenes por otras razones. En estos casos, puede resultar alarmante el diagnóstico de Espina Bífida aunque no debe ser así, ya que implica solo una falta de fusión del arco posterior vertebral (en general de una vértebra) y que no tiene ninguna repercusión neurológica. Para quitar la alusión a Espina Bífida, algunos especialistas han optado por llamar a esta lesión: un defecto de fusión vertebral.

Hay que consultar con el médico:

  • Si se tiene alguna anomalía en alguna zona de la espalda como vellosidad, una mancha roja de nacimiento o menos pigmentada que el resto de la piel, un hoyuelo profundo o un abultamiento de grasa.
  • En caso de dolor en la espalda o las piernas.
  • Si se siente debilidad en las piernas.
  • Cuando notamos entumecimiento u otros cambios en la sensibilidad de las piernas o la espalda.
  • Si tenemos deformidades ortopédicas en las piernas, los pies y la espalda.
  • Al notar un cambio en el funcionamiento de los intestinos o la vejiga.
  • Si se quieren tener hijos, ya que las mujeres con EB deben tomar una dosis más alta de ácido fólico para prevenirla.